TEMA DEL MES-Los muros del ángulo Noreste-Interior del Claustro Alto
El alimento
espiritual de los religiosos descansaba en la oración, la lectura y la
meditación. Las celdas eran espacios de resguardo y la biblioteca de consulta
académica y los pasillos permitían al fraile no solo meditar y leer, sino
también, observar y reflexionar sobre las imágenes religiosas que estaban
plasmadas en los murales.
Velar o vigilar los pasillos del claustro fue quizá
una obligación nocturna, pero deambular durante el día posiblemente fue un
placer, pues se percibían los aromas de los jardines internos y se admiraban
los atardeceres, hasta que llegó el momento de abandonar el convento en 1756.
El alimento
espiritual de los religiosos descansaba en la oración, la lectura y la
meditación. Las celdas eran espacios de resguardo y la biblioteca de consulta
académica y los pasillos permitían al fraile no solo meditar y leer, sino
también, observar y reflexionar sobre las imágenes religiosas que estaban
plasmadas en los murales.
Velar o vigilar los pasillos del claustro fue quizá
una obligación nocturna, pero deambular durante el día posiblemente fue un
placer, pues se percibían los aromas de los jardines internos y se admiraban
los atardeceres, hasta que llegó el momento de abandonar el convento en 1756.
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