LOS LAVADEROSEN EL EX CONVENTO DE CULHUACÁN
Los testimonios de varias mujeres
recuerdan vívidamente su diaria tarea apenas amanecía, como lo refirió la
señora Celia Valdés Fuentes, del barrio de San Antonio “Aquí en los lavaderos
de Culhuacán íbamos a lavar de todos los barrios del pueblo, teníamos que
llegar muy temprano porque si no, ya no alcanzábamos lugar, recuerdo que había
un… un ojo de agua, que le llaman y pues de ahí salía el agua, como quien dice
natural. Era bonito en ese tiempo, porque platicábamos entre las vecinas, de
las fiestas, de nuestras familias, nuestros hijos, hasta de nuestros maridos,
de todo lo que pasaba también en el pueblo, no”.
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